Canto a la huella tendida, la de metal y madera, la trocha angosta que acerca a los pueblos de mi tierra al tren que gira y que gira, viboreándole al desierto, como llevando un oasis de esperanza a los pueblos.
En la pampa la estación,
mojón de la soledad,
queda a la espera del tren
que pronto habrá de llegar
por la huella de metal
la trocha angosta de ayer,
acercando los caminos
de Jacobacci hasta Esquel.
Locomotora y vagón
como una nube que va,
anunciando su llegada
que tanto la esperarán
locomotora y vagón
ya están en la terminal,
entre pañuelos de espera
y sueños que no se dan.
Por la huella de metal
vuelve a girar nuestro tren,
como una mano tendida
puerta abierta hacia el andén;
comunicando a los pueblos
que trae del viento la voz,
trencito cordillerano
pedazo de mi región.
Locomotora, riel y vagón,
fieles testigos de mi región.