Llega siempre dominguera
cuando se viene a quedar;
de vestidito de flores
corto y gris, para mi mal.
Aparece por la tarde,
detrás de la realidad;
quiere la siesta conmigo,
y no me deja cantar.
estribillo
Hace tiempo que ésta niña
se hizo mi novia, nomás;
yo la quiero, pero ahora
no se qué rumbo tomar;
porque tengo la esperanza
de que no vuelva jamás.
Un pelo de noche y día,
ojos de sur y de paz;
y una boca cristalina
que me habla de soledad.
Yo la miro desde el vino,
ella se deja mirar;
es bella la compañera.
Pucha, si fuera real.