Con el alma en un hilo se fue esa tarde
por el cauce profundo del pensamiento;
le pesaban las horas, la voz del tiempo,
que dictaba su ritmo sin piedad.
Con el alma pendiendo de ese paisaje
que se fue consumiendo como sus vientos,
buscó todas las penas que poseía,
las pensó, las lloró, sin perdón.
estribillo
En un tiempo lejano se dijo, un día,
"olvidemos las cosas de aquí";
pero aquellos cerros de Esquel,
y aquella tarde,
se volvieron espina en su ser.
Con el alma vibrando de esa ternura,
imaginó el momento en que volvería
a saber de sus ojos, de su sonrisa,
de sus bellas ideas, de voz.
Con el alma hecha huilas* por la montaña
esperaba volverse para su pago,
pero no pudo irse, menos quedarse;
su tormento se hacía ese lugar.
estribillo
En un tiempo cercano se dijo, un día:
"olvidemos las cosas de allí”;
pero aquellos cerros de Esquel
y aquella tarde,
se quedaron espina en su ser.