Camino del ovejero
por las pampas y los cerros,
con el azul en la espalda
y en el pecho los inviernos.
Arriero de soledades,
compañero de los vientos,
por adentro van las penas,
por afuera va el silencio.
Estribillo:
Duro el oficio a destajo
por las picadas de sol a sol.
La tierra come la sombra
solitaria del peón.
A veces duelen las manos
y a veces el corazón.
En los ojos sólo tiene
leguas de tierra y de cielo,
¿para qué pedir un sueño,
si la vida queda lejos?
Cuando se muere un arriero,
tan sólo llora el paisaje,
vidalita de los vientos,
corazón triste del aire.